En INSIDE nos caracterizamos por nuestra singularidad en cada proyecto que emprendemos. Pero somos conscientes de que la funcionalidad no puede ir por detrás de la creatividad y esto es una premisa fundamental para la reforma de tu farmacia.
En ocasiones, nos encontramos en el mercado farmacias que tienen un buen resultado visual, pero no de ejecución, por la complicación muchas veces del propio proyecto.
«Cuanto más complejo y vanguardista es un proyecto, se corren más riesgos de fallar en la ejecución y de salirse del presupuesto inicial.»
Nos estamos encontrando con farmacias que han hecho unas inversiones brutales, pero que a los dos o tres años el aspecto es viejo. Esto muchas veces se debe a la improvisación y a la emoción de querer tener algo único y exclusivo que no ha sido debidamente testado en el mercado. Todo debe estar probado y testado a la hora de asumir los costes de una reforma.
En INSIDE tenemos un departamento que trabaja única y exclusivamente desarrollado y probando el producto que llevamos a la reforma de tu farmacia. También dedicamos en torno al 4 % de nuestra facturación en I+D, para que tu inversión esté asegurada.
«El cliente, en la experiencia de compra, lo percibe todo. El factor ambiente es fundamental.»
Algo que nos distingue es que entendemos la farmacia como un elemento que está vivo. Es decir, hay que dar funcionalidad. Tiene que haber flexibilidad en la farmacia, los elementos de exposición se han de poder mover, y las categorías tienen que poderse intercambiar.
Los paneles de INSIDE son magnéticos, lo que facilita su intercambio con un simple «quita y pon».
«El continente tiene que estar pensado para el contenido.»
Hay que tener un espacio personalizado, dónde nos sintamos identificados y únicos, pero es importante racionalizar esa singularidad. La funcionalidad no puede ir por detrás de la creatividad. Tienen que ir unidas. No debemos hacer un proyecto de farmacia que no cumpla los objetivos de funcionalidad y de versatilidad.
«Hay que trabajar en base al producto y al público objetivo.»
Nuestra metodología es muy sencilla, con dos parámetros principales. Uno es el público objetivo, que nos da la referencia de a que sector debe enfocar nuestro negocio. Por ejemplo, en una zona nueva con gente joven, la zona infantil tendría más importancia que la ortopedia, dada la demografía del entorno. También en el público objetivo se puede trabajar la renta per cápita, por la categorización y por el producto que venderá la farmacia.
El otro parámetro es el producto. No lo podemos esconder, el producto debe ser el protagonista, y no debemos crear elementos que distraigan al cliente de la experiencia de compra. En base al producto, debemos desarrollar un plan de distribución de la farmacia teniendo en cuenta las reglas básicas del visual merchandising.
La clave es hacer algo único y al servicio del producto y el público objetivo.


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